El síndrome de burnout o de estar quemado por el trabajo es una respuesta a un estrés laboral crónico en la que el trabajador no puede hacer frente a las demandas del ambiente. Es decir, el trabajador con burnout sufre un bloqueo en el que no es capaz de afrontar los retos del puesto de trabajo y se ve superado por las circunstancias.
El síndrome de burnout se sufre principalmente en profesiones donde hay un contacto directo y permanente con personas, es decir, en trabajos cara al público en los que hay que tratar con clientes o pacientes.
Las profesiones más afectadas por el burnout son las del ámbito médico y educativo. Médicos y profesores están en constante interacción con pacientes y alumnos respectivamente, y esto sumado a compañeros, supervisores y jefes crea una fuente de vulnerabilidad al estrés.
Síntomas
El burnout se caracteriza por la presencia de tres dimensiones:
- Agotamiento emocional. Sentirse desbordado, irritable y de mal humor.
- Despersonalización. Actitud distante frente al entorno y las personas (compañeros, clientes, pacientes).
- Baja realización personal. Sensación de no ser competente, de no valer, junto con una baja autoestima y sentimiento de frustración.
Además de estas dimensiones existen otros síntomas en una persona con burnout:
- Falta de energía, estar siempre cansado y estresado, incluso en tu tiempo libre.
- Depresión.
- Desmotivación.
- Ineficacia.
- Fatiga.
- Anhedonia, falta de interés y placer por las cosas.
- Un fuerte sentimiento de impotencia ante las propias circunstancias.
- Ansiedad.
- Síntomas psicosomáticos como tensión muscular, dolores de cabeza, vista borrosa o cansada, etc.
Causas
El burnout se produce por un conjunto de factores relacionados tanto con el entorno y la organización laboral como por las presiones y relaciones interpersonales dentro de éste:
- Falta de recursos para realizar el trabajo satisfactoriamente.
- Falta de organización en la empresa.
- No poder realizar actividades de formación.
- Que no exista posibilidad de promoción.
- Que el trabajador no se sienta implicado y valorado por parte de la empresa.
- Tener muchas y/o grandes responsabilidades.
- Turnos o jornadas demasiado largas.
- Falta o ausencia de descansos.
- Trabajos repetitivos.
- Conflicto de rol, no saber cuál es su función en la empresa.
- Condiciones ambientales tales como: falta de iluminación, mala temperatura, puesto de trabajo incomodo, ruidos, etc.
Tratamiento
Tanto para la prevención como para el tratamiento del burnout se requieren unas medidas a adoptar tanto por parte de los trabajadores como de la empresa.
- La empresa:
- Acomodar el puesto de trabajo para que el trabajador pueda realizar sus tareas de manera eficaz (silla cómoda, seguridad correcta, temperatura adecuada, control de ruidos, buena iluminación, etc).
- Proporcionar los recursos necesarios para la realización de las tareas de cada puesto.
- No alargar las jornadas de trabajo y proporcionar los descansos necesarios.
- No sobrecargar al los empleados de funciones o responsabilidades.
- Fomentar el compañerismo e incentivar los grupos de trabajo.
- Ofrecer formación y posibilidad de ascenso.
- Los trabajadores:
- Ser conscientes de sus límites.
- Descansar durante la jornada laboral.
- Tener unos objetivos realistas en el trabajo.
- Olvidarse de los problemas laborales fuera del trabajo.
- Usar técnicas de relajación tanto dentro como fuera del trabajo.
- Hacer deporte como desconexión para liberar el estrés acumulado.
- Tener una relación sana entre compañeros.