Los delirios (delirium en inglés), son trastornos graves del pensamiento caracterizados por desorientación, alucinaciones, problemas perceptivos, problemas en la atención y fuertes alteraciones intelectuales y afectivas. El delirio genera una confusión grave y repentina debido a rápidos cambios en el cerebro debido a una enfermedad física o mental. La persona afectada por un delirio defiende la veracidad de su estado, aun cuando lo que siente o ve, va en contra de la lógica.
Durante el delirio la mente del individuo genera imágenes irreales junto con una confusión general que genera una desconexión casi total con la realidad y su entorno. Por tanto, se crea una desorientación que llega incluso a la imposibilidad de identificación propia, generando irritabilidad y un abanico de emociones incontrolables.
El delirio no es una enfermedad sino un síntoma.
Características
- Lucidez mental afectada.
- Afecciones en la percepción.
- Conciencia restringida.
- Cambios en el movimiento, ya sea letargo o agitación.
- El sueño se ve afectado, somnolencia o insomnio.
- Desorientación tanto en el tiempo como en el espacio.
- Fallos en la memoria a corto plazo.
- Pensamiento desorganizado.
- Problemas de concentración.
Causas y tipos de delirios
Los delirios se clasifican en función de las causas que lo provocan y suelen ser temporales y reversibles.
- Delirio debido a enfermedad médica general. Trauma cerebral, infecciones, epilepsia, trastornos endocrinos, toxicidad por medicamentos, venenos, etc.
- Delirio inducido por sustancias. Drogas o medicamentos.
- Delirium tremens. Delirio causado por la abstinencia del alcohol.
- Delirio por intoxicación. Por medicamentos, abuso de sustancias o venenos.
- Delirios por trastornos nutricionales.
- Delirios por fiebre o exposición a altas temperaturas por un tiempo prolongado.
- Delirios por insuficiencia cardíaca.
- Delirio en ancianos por demencia o por la gran cantidad de medicamentos que toman.
- Delirio postoperatorio o por cirugía.
Tratamiento
- El tratamiento se centra en neutralizar los síntomas producidos por el delirio. Este tratamiento varía en función de la causa que lo provoca. Una vez se diagnostica a causa del delirio se utilizarán unos medicamentos u otros para la remisión de los síntomas.
- Además de los fármacos hay otros tratamientos que pueden servir como:
- La orientación en caso de confusión del paciente.
- La modificación de la conducta para manejar comportamientos escandalosos o peligrosos.