Dolor de cabeza, dolor muscular, cansancio… Estos son algunos de los problemas más frecuentes en nuestro día a día. Combatirlos es sencillo si tienes a mano el ácido acetilsalicílico, o lo que conocemos popularmente como aspirina.
Este principio activo cuenta con numerosas propiedades que nos ayudan a reducir los síntomas de fatiga de la vida cotidiana. ¿Quieres saber y para que sirve el ácido acetilsalicílico? A continuación, en tuSíntoma te lo contamos todo sobre la aspirina, uno de los analgésicos comunes que no pueden faltar en casa y que aliviará los síntomas más comunes como el dolor de cabeza ocasional o la fatiga muscular.
Qué es la aspirina
Antipiréptico, analgésico, antiinglamatorio y anticoagulante, así es el ácido acetilsalicílico, comúnmente conocido como aspirina. Se trata de un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se utiliza básicamente para calmar el dolor, disminuir la inflamación ocasional o bajar la fiebre. Por todo ello, la aspirina es uno de los medicamentos que nunca faltan en casa ya que está indicada para reducir el dolor de cabeza o el dolor muscular que nos produce la fatiga derivada del ritmo de vida diario.
El ácido acetilsalicílico es una molécula orgánica presente en la naturaleza, sobre todo en frutas y hongos, aunque en la antigua Grecia se extraía del sauce blanco. Su forma es sólida y, como hemos comentado, se utiliza básicamente para fines médicos, específicamente para tratamientos analgésicos. Esta propiedad, también se utiliza para llevar a cabo tratamientos dermatológicos contra el acné o la presencia de verrugas.
Usos de la aspirina
Como hemos comentado, el fin principal de la aspirina es médico. En este sentido, este medicamento cuenta con múltiples áreas donde se puede aplicar y donde los elementos que lo componen actúan efectivamente reduciendo el dolor y las molestias. A saber:
- Su poder analgésico ayuda a reducir los dolores musculares, óseos, de muelas o de oído, aunque su uso principal (cerca del 14%) se centra en combatir los dolores de cabeza o cefaleas.
- La aspirina también actúa como antiinflamatorio, por lo que es indicada para tratar artritis reumatoidea, artrosis o fiebre reumática. El efecto es similar al de un corticoide.
- Este fármaco puede usarse para reducir el dolor y la inflamación, por ello se considera que tiene un poder antirreumático.
- Su acción antipirética sirve para disminuir la fiebre.
- El 37% de las veces se consume aspirina para prevenir accidentes cardiovasculares. Este fármaco es efectivo porque favorece la circulación de la sangre, cuenta con un poder antiagregante plaquetario, por lo que mejora la fluidez sanguínea y evita la coagulación y la formación de trombos.
- Algunos estudios han confirmado que el poder antiinflamatorio de la aspirina tiene un efecto neuroprotector sobre las células del cerebro, por lo que consumirla en pequeñas dosis disminuye el riesgo de sufrir Alzheimer.
- Por otro lado, la aspirina puede mejorar las funciones inmunitarias y, en alguna ocasión, ralentizar la aparición o desarrollo del VIH.
Además de las aplicaciones médicas de la aspirina, este fármaco también es útil en el terreno doméstico, donde además de ser utilizado para preparar productos cosméticos caseros que actúen contra algunos problemas dermatológicos como el acné, también se puede utilizar para remover manchas, hacer que tus flores vivan durante más tiempo, eliminar los hongos del suelo, potenciar su acción anticaspa y antifúngica o decolorar el cabello, entre otros usos. ¡Descubre todo el poder de la aspirina!
Dosis
El ácido acetilsalicílico o aspirina no requiere receta médica, no obstante, no debe de tomarse durante más de 3 – 5 días seguidos sin consultar con su farmacéutico o médico. Tampoco deberá superarse una dosis diaria de 4 gramos en adultos.
Para los mayores de 12 años, la dosis habitual es de unos 500 a 1000 mg a tomar cada intervalo de 4 a 8 horas.
Contraindicaciones
La aspirina es un medicamento que puede obtenerse sin necesidad de tener una receta médica, no obstante, se debe ir consumir con cuidado, ya que puede producir algunos efectos secundarios, concretamente gastrolesivos, es decir, que dañan el estómago. Es por ello, que hoy en día el consumo de aspirina ha disminuido notablemente, situándose en la tercera posición de los medicamentos sin receta más consumidos, por detrás del paracetamol y el ibuprofeno. Aunque se trata de un medicamento de uso cotidiano, es importante destacar las contraindicaciones y los efectos secundarios que puede producir, a fin de evitar riesgos.
La aspirina no está recomendada para:
- Personas que padezcan molestias gástricas repetidas o úlceras.
- Personas con dificultad de coagulación sanguínea o que esté tomando medicamentos anticoagulantes orales.
- Mujeres embabrazadas.
- Personas con alergia a las AINE.
- Personas con problemas de riñón o hígado.
- Personas que sufren hemofilia.
- Personas con asma.
Entre los efectos secundarios que puede producir la aspirina se destacan:
- Náuseas, vómitos y otros problemas estomacales (sobre todo después de un consumo excesivo del fármaco)
- Aceleración del ritmo cardíaco.
- Urticaria o sarpullido.
- Dificultad para respirar o respiración acelerada.
- Hinchazón de labios, cara, ojos y lengua.
En la mayoría de los casos, estos efectos secundarios graves corresponden a la intoxicación o activación de una alergia por lo que es fundamental acudir cuanto antes a un médico para evitar males mayores.
En caso de ser alérgico a la aspirina, deberá dejar de tomar cualquier tipo de AINE.
En caso de dudas, consulte siempre con su médico.