La vasculitis es un término general que hace referencia a la inflamación de los vasos sanguíneos.
La vasculitis puede afectar a cualquier persona, afectar a uno o varios órganos, y ser de corta (vasculitis aguda) o larga duración (vasculitis crónica).
Lo más importante
- La vasculiti puede ser causada por enfermedades autoinmunes, aunque también por infecciones, medicamentos o, por causas más raras como la enfermedad de Kawasaki. En muchas ocasiones, la causa de vasculitis se desconoce.
- Los síntomas de la vasculitis son generales (fiebre, fatiga, ..), lo que obliga al médico a realizar una biopsia del órgano afectado para poder confirmar el diagnóstico.
- El tratamiento de la vascularitis incluyen generalmente medicamentos corticoides e inmunosupresores para reducir los síntomas y la inflamación.
Síntomas
Los síntomas de la vasculitis pueden variar mucho, ya que dependen de la enfermedad subyacente que la causa, y de cuál es o son los órganos afectados.
No obstante, lo más comunes incluyen:
Generales
Específicos (en función del área afectada)
- Erupciones cutáneas
- Dolores musculares
- Problemas digestivos (diarrea, náuseas, dolores abdominales, vómitos)
- Dolores y ensanchamiento de las articulaciones
- Problemas en las vías urinarias como la retención de líquidos
- Problemas respiratorios como el asma
Debido a que todos los anteriores síntomas pueden ser debido a otras enfermedades que no tienen nada que ver con las vasculitis, un diagnóstico médico es necesario para confirmar esta condición.
Causas
Desgraciadamente, se desconoce la causa de todos los tipos de vasculitis. Cuando esta tiene una causa desconocida se hace llamar vasculitis primitiva, mientras que se emplea el término vasculitis secundaria cuando si se conoce su causa.
Diagnóstico
El diagnóstico de la vasculitis puede ser complicada debido a que no tiene síntomas claros. Sus síntomas suelen ser debidos a la causa subyacente.
En cualquier caso, la combinación de síntomas y su duración puede hacer suponer a su médico que padece de vasculitis. En ese caso, un examen clínico, análisis de sangre y una biopsia (por ese orden) suelen ser empleados para confirmar el diagnóstico e intentar averiguar su causa.
Tratamiento
El tratamiento de las vasculitis depende de si se ha averiguado su causa o no, y de su gravedad.
De forma general, los medicamentos recetados para curar la vasculitis incluye:
- Corticoides. Utilizados para reducir la inflamación.
- Inmunosupresores. Debido a que la vasculitis es frecuentemente causada por enfermedades autominmunes, se utilizan estos medicamentos justamente para debilitar el sistema inmunitario.
- Rituximab. En algunos casos de vasculitis graves.
En cualquier caso, si la causa se conoce entonces el tratamiento se centrará en acabar con la enfermedad subyacente.
En caso de que la vasculitis pueda presentar pocas complicaciones (como cuando afecta a la piel), el tratamiento será leve y consistirá en controlar el avance de la enfermedad y reducir los síntomas.