La demencia es un síndrome de carácter orgánico y de etiología múltiple. Es un síndrome que da lugar a déficits cognitivos, motores y sociales de diversos tipos, además de provocar cambios en la personalidad del sujeto. La demencia no es una consecuencia natural del envejecimiento.
Las principales características de la demencia son la pérdida de memoria y del habla, causada por enfermedades del cerebro. La enfermedad causa de demencia más común es el Alzheimer, que es la pérdida masiva de neuronas, seguida de la demencia vascular, que consiste en muchos y pequeños derrames provocados en el cerebro. Existen otros tipos de enfermedades que causan demencia, como por ejemplo los cuerpos de Lewy; una enfermedad parecida al Alzheimer y al Parkinson: la persona ralentiza sus movimientos, arrastra los pies, se cae y siente fuertes dolores acompañados de delirios y alucinaciones.
Hay que tener en cuenta que la demencia empeora progresivamente con el paso del tiempo, 2/3 de las personas con demencia superan los 80 años de edad.
Clasificación clínica de la demencia
La demencia tiene una base orgánica en la que las enfermedades se clasifican como globales o localizadas.
- Enfermedades globales:
- Demencia vascular.
- Enfermedades localizadas:
- Corticales: Alzheimer, Pick, Jacob y Cuerpos de Lewy.
- Subcorticales: Parkinson y Huntington.
Causas
Las causas principales de demencia en porcentajes son: 50% Alzheimer, 15% demencia vascular, 27% mixta (Alzheimer y demencia vascular) y 13% el resto.
Las causas de estas enfermedades que producen la demencia están aún por descubrir, pero en contra de lo que se piensa, la demencia no es hereditaria.
Proceso
- Al principio se tratará simplemente de olvidos exagerados.
- Con el tiempo la pérdida de memoria empeorará cada vez más, no serán sólo olvidos.
- El pensamiento se verá afectado, el habla se verá dañada y como resultado, variará el comportamiento debido a la incapacidad de recordar, cometiendo errores y perdiéndose con facilidad.
Síntomas
En la demencia el Alzheimer representa más de la mitad de los casos por lo que diferenciaremos sus etapas y síntomas en cada una de ellas.
- Etapa inicial:
- Lapsos de memoria (olvidos).
- Apatía.
- Baja atención.
- Depresión.
- Etapa media:
- Desorientación.
- Pérdida de memoria.
- Confusión.
- Insomnio.
- Vagabundeo.
- Dificultad en el lenguaje.
- Inquietud.
- Etapa tardía:
- Agnosia.
- Apraxia.
- Agresión.
- Deterioro de las actividades diarias.
- Etapa final:
- La persona se encuentra en la cama en posición fetal y sin presentar comunicación alguna.
La otra enfermedad más común junto con el Alzheimer y que a menudo se representa de manera conjunta es la demencia vascular. La demencia vascular interrumpe el flujo de sangre al cerebro y crea coágulos que pueden provocar infartos cerebrales causando daños en cualquier aspecto de la persona en función de la parte del cerebro que haya sido dañada.
Tanto el Alzheimer como la demencia vascular son deteriorantes, irreversibles y progresivas. La diferencia es que el Alzheimer lo hace de manera gradual y la demencia vascular en etapas. Ambas representan casi el 90% de las demencias.
Tratamiento
La demencia es incurable a día de hoy, pero pueden ofrecerse tratamientos si se diagnostica de manera precoz. Este tratamiento preparará al enfermo para el futuro, para que los síntomas no sean tan repentinos ni tan graves.