Cuando el tejido pulmonar se va cicatrizando poco a poco y se vuelve duro y más grueso provoca que sea más difícil recuperar el aliento o respirar con normalidad. En estos casos, hablamos de fibrosis pulmonar; una afección que puede darse debido al consumo de tabaco excesivo o a la exposición prolongada a ciertas sustancias como el acero o el plomo. ¿Quieres saber más sobre esta enfermedad que afecta directamente al sistema respiratorio? En tuSíntoma te lo contamos todo sobre la fibrosis pulmonar, sus causas más comunes, los síntomas que produce dicha patología y los mejores tratamientos para que el pronóstico de evolución sea favorable.
Qué es la fibrosis pulmonar
La fibrosis pulmonar se trata de una enfermedad que afecta al sistema respiratorio. Se origina cuando el tejido pulmonar empieza a cicatrizar y se vuelve más grueso y más duro, es decir, se cambia el tejido pulmonar por tejido colágeno. Este hecho provoca dificultad a la hora de retomar aliento, impidiendo respirar con facilidad y obtener el oxígeno adecuadamente, es decir, reduciendo la función pulmonar e impidiendo que el oxigeno llegue correctamente a la sangre y, por ende, a las demás células del cuerpo. Esta limitación pulmonar puede producir grandes cambios hemodinámicos y clínicos e, incluso, conducir a la muerte en caso de que no se trate correctamente.
Esta enfermedad es común en personas de media o avanzada edad y puede evolucionar de manera variable según el paciente y su contexto. En algunos casos puede que no se empeore durante años o puede evolucionar rápidamente, siendo éstos últimos los casos más peligrosos que requieren un diagnóstico rápido.
Causas
Aunque se desconoce la causa que provoca que el tejido pulmonar se convierta en tejido colágeno, hay ciertos factores que aumentan el riesgo de padecer fibrosis pulmonar. El más frecuente es el tabaco, una de las causas principales del desarrollo de esta afección. La cantidad de cigarrillos que se fuman al día, así como los años que lleva siendo fumador incrementan las posibilidades de la aparición de fibrosis en los pulmones.
Existen otros motivos por los que se puede desarrollar esta enfermedad:
- Las inflamaciones crónicas.
- Los trastornos comunes de la circulación sanguínea.
- Los procesos degenerativos o de envejecimiento. En estos casos se habla de una fibrosis pulmonar idiopática.
Otras de las causas más comunes en el origen de la fibrosis pulmonar son las infecciones por virus, bacterias, hongos y/o parásitos, las enfermedades sistémicas como la colagenosis o la artritis reumatoide o la exposición a sustancias nocivas como los aerosoles, los polvos de serrín, madera de pino, al acero, al plomo o al latón, entre otras.
Los antidepresivos y otros medicamentos comunes también pueden colaborar en el desarrollo de la fibrosis pulmonar. Y tampoco debemos obviar la influencia de los factores ambientales, tanto en el medio rural como en el urbano, que pueden incidir directamente sobre el sistema respiratorio.
Síntomas
Los síntomas de la fibrosis pulmonar pueden variar dependiendo de la causa que la ha provocado. No obstante, el paciente tendrá dificultad para respirar o recuperar el aliento después de realizar un esfuerzo físico. Entre los síntomas más comunes destacan:
- Dificultad para respirar y recuperar el aliento después de realizar esfuerzos.
- Dolor o molestia en el área del pecho
- Tos seca, persistente o crónica.
- Cansancio, fatiga y debilidad.
- Dolor muscular y articular.
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
- Pérdida de apetito.
Diagnóstico y tratamiento
Cualquier insuficiencia pulmonar debe ser controlada por un médico. En el caso de la fibrosis pulmonar es necesario que el doctor realice un examen clínico completo para poder diagnosticar la enfermedad y preescribir el tratamiento adecuado para superarla. Las pruebas más habituales son radiografías torácicas, tomografías e incluso toma de muestra de tejido pulmonar para descartar otras posibles enfermedades (biopsia).
Teniendo en cuenta que el origen de la fibrosis pulmonar no es concreto y que existen múltiples factores que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad, no existe un protocolo determinado para su tratamiento. Habitualmente se utilizan corticoides para reducir las molestias y el dolor y recobrar la función respiratoria. Si bien estos fármacos no hacen desaparecer la enfermedad, pueden ayudar a aliviar los síntomas y producir mejorías en los pacientes de fibrosis pulmonar. Otros tratamientos eficaces que el médico podría preescribir son la pirfenidona o el nintedanib.
No dudes en consultar a tu médico ante cualquier síntoma que afecte a tu sistema respiratorio. El diagnóstico en estos casos es fundamental para prevenir complicaciones. Recuerda, también, que seguir unos hábitos de vida saludables ayudarán a reducir los factores externos que pueden influir directamente en el desarrollo de fibrosis pulmonar.