La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico de su cuerpo ataca por error a sus articulaciones. La respuesta inmune anormal causa la inflamación que puede dañar articulaciones y órganos, como el corazón. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno es la clave para prevenir la destrucción de las articulaciones y daños en los órganos.
Las mujeres son mucho más propensas a padecer la enfermedad que los hombres. En las mujeres, la AR suele darse entre los 30 y 60 años; mientras que en los hombres suele aparecer más tarde.
Síntomas de la artritis reumatoide
La gravedad de la enfermedad puede variar de una persona a otra y de un día para otro. El incremento repentino de los síntomas y la enfermedad se llama crisis. Síntomas de la artritis reumatoide son el dolor, la fatiga y articulaciones rojizas e hinchadas.
Si una articulación en un lado del cuerpo se ve afectado, por lo general la misma articulación del otro lado se verá también afectada.
Tratamiento
No existe cura para la AR, pero hay una serie de medicamentos disponibles para ayudar a aliviar los síntomas, reducir la inflamación y retrasar la progresión de la enfermedad. No hay medicamentos que funcionen para todos, pero la mayoría de enfermos podrán encontrar tratamientos muy eficaces. El médico (normalmente reumatólogo), controlará con regularidad los niveles de inflamación a través de exámenes y análisis de sangre para comprobar que el tratamiento le está funcionando.
Mantenerse físicamente activo es la clave para mantener las articulaciones flexibles. Los músculos fuertes protegen las articulaciones. Controlar su peso corporal, comer una dieta nutritiva y conseguir un buen equilibrio de descanso y actividad diaria ayudan a prevenir la artritis reumatoide.