Hablamos de pancreatitis cuando existe una inflamación del páncreas. Esta patología se da con poca frecuencia y se encuentra clasificada dentro de las conocidas enfermedades raras. Suele presentarse de manera aguda o crónica, dependiendo si forma parte de un episodio aislado o de una enfermedad duradera, por ello, tanto el origen como los síntomas pueden variar.
¿Quieres saber más sobre la inflamación del páncreas? En tuSíntoma te lo contamos todo sobre la pancreatitis, una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres.
Qué es la pancreatitis
La pancreatitis se trata de una inflamación del páncreas, un órgano ubicado en el área abdominal, justo detrás del estómago, encargado de producir hormonas importantes para el metabolismo de carbohidratos y enzimas fundamentales para el proceso digestivo. La inflamación del páncreas ocurre cuando se obstruyen las vías biliares a causa de cálculos o de sustancias tóxicas, bacterias u otros daños metabólicos.
Aunque la mayoría de casos acaban con un ingreso hospitalario, es una enfermedad que presenta poca incidencia (unos 40 casos por cada 100.000 habitantes y año), por lo que ha sido clasificada como una enfermedad rara.
Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, aunque se diferencian claramente los orígenes: mientras que los hombres presentan casos asociados al consumo de alcohol, se asocia la pancreatitis en las mujeres con las piedras en la vesícula.
Tipos de pancreatitis
De acuerdo con la evolución clínica del paciente, se distinguen dos tipos de pancreatitis: aguda o crónica.
- Pancreatitis aguda
Se trata de un episodio aislado que generalmente ocurre cuando se produce una autodigestión del páncreas, es decir, se altera la secreción de enzimas y es el propio órgano quien las absorbe. Este hecho provoca un edema, la destrucción del tejido pancreático y el paso de enzimas y toxinas directamente a la sangre. Los episodios de pancreatitis aguda suelen manifestarse después de un consumo excesivo de grasa, alcohol u otras sustancias nocivas y se considera un hecho puntual dado que el páncreas recupera su función normal por completo una vez se eliminan estas sustancias del cuerpo. No obstante, esta enfermedad puede poner en riesgo la salud del paciente e incluso su vida si está acompañada de otros daños en diferentes órganos, dado que puede producirse una necrosis visceral.
- Pancreatitis crónica
La pancreatitis crónica es aquella que ocurre de forma continuada y recurrente. En estos casos, la patología se desarrolla lentamente y poco a poco va alternado tanto la forma como la función del páncreas – que deja de producir jugo pancreático – de manera irreversible, es decir, sin opción a una recuperación completa. En estos casos los síntomas se manifiestan de manera progresiva.
Causas
El origen de la pancreatitis y sus causas pueden diferenciarse dependiendo del tipo de patología que se padezca:
- Pancreatitis aguda: entre el 60% y el 80% de estos casos se producen por la presencia de cálculos biliares o abuso de alcohol (entendiendo como exceso el tomar más de 4 o 5 consumiciones al día durante más de 15 años). También es una afección propia de los pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), hiperparatiroidismo o hipercalcemia. Otra causa de pancreatitis aguda puede ser cualquier tumor o inflamación que pueda obstruir o disminuir el calibre del conducto encargado de drenar el páncreas, así como malformaciones en dicho órgano. Por último, se ha observado que la pancreatitis aguda puede ser una consecuencia de un postoperatorio de cirugías abdominales y torácicas y que existe mucho más riesgo de padecer la enfermedad en personas con altos niveles de grasa en sangre.
- Pancreatitis crónica: su causa principal (en el 90% de los casos) es el consumo habitual de alcohol, por lo que es más frecuente en hombres de 35 a 45 años. Puede existir cierta predisposición genética en algunas personas, por lo que un consumo moderado también podría llegar a traducirse en dicha enfermedad, además de estar conectada a otros factores como el consumo de fármacos o ciertos hábitos dietéticos como el alto consumo de proteínas que, en alcohólicos, puede acabar favoreciendo la aparición de pancreatitis.
Síntomas
Al igual que sucede con el origen de la pancreatitis, los síntomas se pueden diferenciar según la tipología de la enfermedad y las causas que la han producido.
- Síntomas de pancreatitis aguda: se manifiesta a través de dolor abdominal intenso que puede irradirar a hombros y espalda. También está presente la fiebre, los vómitos y en algunos casos el derrame pleural con dificultades respiratorias. Si la inflamación del órgano es severa pueden producirse necrosis o hemorragias, lo que se traduce en hematomas visibles a ambos lados del ombligos. En los casos más graves pueden aparecer síntomas como disminución de la presión arterial, insuficiencia renal, respiratoria o cardíaca o incluso alteraciones mentales, entre otras. Si la causa de la pancreatitis es el alcoholismo tanto los síntomas como el pronóstico puede ser mucho más intenso y grave.
- Síntomas de pancreatitis crónica: estos casos se manifiestan a través de dolor abdominal irradiado a la espalda, también de trastornos digestivos tales como vómitos o nauseas, intolerancia al alcohol, pérdida de peso, diarrea o heces grumosas. Los pacientes de este tipo de pancreatitis, además, suelen desarrollar diabetes mellitus dada la incapacidad del páncreas para producir insulina. Asimismo, pueden presentarse calcificaciones pancreáticas.
Diagnóstico y tratamiento
También el diagnóstico es diferente para cada tipo de pancreatitis. En el caso de la aguda debe basarse en el cuadro clínico que inicialmente expone el paciente. El doctor realizará un examen físico donde observará si el páncreas está inflamado mediante ecogradías y TAC. También se puede llevar a cabo la CPRE (olangiopancreatografía retrógrada endoscópica) una prueba que consiste en una endoscopia que inyecta un contraste para dibujar la vesícula y el páncreas y que permite desobstruir el conducto para observar si hay o no presencia de piedra, arena o barro. La biopsia se realizará si la obstrucción pancreática existe por motivos tumorales. Para los casos de pancreatitis aguda el diagnóstico se realiza atendiendo a los niveles de consumo de alcohol del paciente, el tipo de dolor abdominal que manifiesta y observando si existen calcificaciones pancreáticas. En este sentido, el doctor suele realizar pruebas tales como la radiografía abdominal o la ecografía además de la CPRE para observar los cambios en los conductos pancreáticos.
En cuanto al tratamiento, este se adaptará al tipo de pancreatitis que presenta el paciente, aunque en la mayoría de los casos se requerirá la hospitalización para poder llevar a cabo dicho tratamiento.
- Tratamiento de pancreatitis aguda
Este tratamiento está basado en la administración intensiva de líquidos intravenosos y la suspensión de la ingesta oral, para evitar el trabajo forzoso del páncreas. De esta manera, el médico podrá controlar la evolución de la pancreatitis. En caso de que el paciente empeore y el episodio se alargue en el tiempo, se seguirá una dieta por vía intravenosa hasta que se reduzca la inflamación del órgano y se pueda restablecer una dieta normal. Asimismo, el médico preescribirá la ingesta de analgésicos para disminuir el dolor abdominal. En el caso de que la pancreatitis se haya producido por piedras biliares, se podrán eliminar por vía endoscópica.
- Tratamiento de pancreatitis crónica
El tratamiento de pancreatitis crónica tiene como objetivo mejorar la calidad de vida del paciente y evitar las complicaciones de dicha enfermedad, además de controlar el dolor y la mala función de absorción que lleva a cabo el páncreas. Tal y como se hace con la aguda, en estos casos también se procurará proporcionar descanso al páncreas mediante una dieta ligera y evitando bajo cualquier concepto el consumo de alcohol. El dolor se controlará mediante la administración de analgésicos. Para reducir la morbilidad y mortalidad de esta grave enfermedad se podrán utilizar anestésicos locales y corticoides. Además, a medida que el páncreas vaya perdiendo su actividad y reduzca su función, se administrarán las enzimas que están en déficit por vía oral.
Prevención
Uno de los mayores riesgos que pueden desencadenar una pancreatitis aguda es el consumo de alcohol, por lo que la primera medida de prevención es evitar su consumo. Es cierto que cualquier persona sana puede padecer un episodio de pancreatitis aguda, pero en tu mano está el reducir los factores que pueden favorecer su aparición y el alcohol es uno de los principales. Llevar una dieta sana y equilibrada y evitar el abuso de grasas.
Con estas medidas se puede mejorar tanto los síntomas como el pronóstico de la pancreatitis a largo plazo. En caso de dudas sobre el estado de tu salud y la evolución de tu caso, no dudes en acudir a tu médico. Él se encargará de ofrecerte el mejor diagnóstico y el tratamiento adecuado y adaptado a tu pancreatitis.