El colesterol es una sustancia que se encuentra en todo el organismo pero ubicado mayoritariamente en el cerebro, el hígado, en el páncreas y en la médula espinal. El colesterol es imprescindible para el correcto funcionamiento del cuerpo:
- Contribuye a crear la membrana plasmática.
- Favorece la asimilación de la vitamina D y ayuda en la reabsorción del calcio.
- Ayuda en la fabricación de diferentes hormonas, como la progesterona, testosterona y el estrógeno.
El colesterol es una de las muchas paradojas que tiene la medicina: resulta imprescindible para la vida, y sin embargo su exceso en sangre puede ser el desencadenante de una enfermedad cardiovascular, primera causa de muerte en España.
Tipos de colesterol.
Dentro del cuerpo humano existen dos tipos de colesterol: el denominado colesterol bueno y el colesterol malo.
Al primer tipo (colesterol bueno), también se lo conoce como lipoproteína de alta densidad o HDL, mientras que al colesterol malo se lo conoce como lipoproteína de baja densidad o LDL.
Niveles de colesterol.
- El colesterol de tipo HDL es considerado como bueno porque recoge el colesterol sobrante que el organismo no utiliza para almacenarlo posteriormente en el hígado donde será eliminado del organismo. El nivel ideal de colesterol bueno es de 60 mg/dl o superior. Cuanto mayor sea este valor, mejor.
- El colesterol LDL (malo) es el que se adhiere a las paredes de las arterias obstruyendo la circulación de la sangre hacia el corazón. Cuando los valores superan los 100 mg/dl se considera que se tiene un riesgo moderado de contraer enfermedades de tipo cardiovasculares; y cuando este valor alcanza o supera los 160 mg/dl, se consideran los riesgos como elevados o severos.
Síntomas de colesterol LDL elevado.
- Boca pastosa. Este síntoma suele estar acompañado por una dificultad digestiva, y se lo asocia con la ingesta de alimentos altos en contenido graso como la mantequilla, dulces o grasas.
- Intolerancia a ciertos alimentos.
- Migrañas.
- Picazón en la piel.
- Mal aliento.
- Somnolencia inmediatamente luego de las comidas.
- Posible estreñimiento.
- Náuseas o eructos después de las comidas.
Cómo reducir el colesterol sin recurrir a medicamentos.
- En muchos casos es suficiente modificar nuestros hábitos de vida, evitando el estrés, el sedentarismo, y reduciendo las grasas de nuestra alimentación diaria.
- Reducir o incluso eliminar los alimentos que producen un aumento del colesterol exógeno (grasas animales, huevos, leche entera, mantequilla, quesos demasiado grasos, hidratos refinados, etc).
- Incluir en nuestras comidas alimentos que contribuyen a reducir el nivel de colesterol (aceite de oliva, pescado azul y la fibra vegetal).
- Uno o dos vasos de vino tinto al día (contribuyen a elevar el nivel de HDL).
- El ejercicio físico, como caminar 30 minutos al día, contribuye a incrementar el colesterol ‘bueno’.