Las hemorroides, también denominadas pilas, pueden ser extremadamente desagradables y dolorosas a pesar de poder ser tratadas fácilmente y, aveces, fáciles de prevenir. Como las hemorroides generalmente empeoran con el tiempo, los especialistas recomiendan tratarlas lo más pronto posible.
Al menos 4 de cada 5 adultos en Europa experimentarán hemorroides en algún momento de sus vidas. Los médicos advierten que un gran número de personas que se realizan pruebas descubren que tienen hemorroides.
¿Qué son las hemorroides?
Cuando las venas alrededor del ano o en el recto se hinchan o inflaman el paciente tiene hemorroides. Las hemorroides pueden surgir por las siguientes razones:
- Embarazo. Una mujer tiene más probabilidades de padecerlas cuando está embarazada.
- Envejecimiento. Las personas mayores son las propensas a padecer hemorroides. Esto no significa, sin embargo, que los más jóvenes no puedan tener hemorroides.
- La diarrea crónica.
- El estreñimiento crónico.
- Esfuerzo mayor (no habitual) para mover las heces.
- Estar sentado durante largos periodos de tiempo.
- El coito anal.
- Obesidad.
- Genética. Algunas personas heredan una tendencia a desarrollar hemorroides.
- Género. Las hemorroides son mucho más comunes en los hombres que en las mujeres.
Síntomas de las hemorroides
Los síntomas de las hemorroides incluyen:
- El sangrado, generalmente sin dolor.
- Picazón o irritación en la zona anal.
- Malestar y dolor en la región anal.
- Las protuberancias que sobresalen de la región anal.
- Hinchazón en la región anal.
- Un abultamiento (aveces doloroso) cerca del ano.
- Fugas de heces.
A veces, cuando un paciente tiene hemorroides externas, la sangre puede acumularse y formar un trombo (coágulo), que puede hincharse e inflamarse y resultar doloroso. En cambio, para las hemorroides internas es más difícil notar síntomas, ya que por lo general no causan ninguna molestia.
¿Cómo puedo prevenir las hemorroides?
Si sus heces son siempre blandas se reducen considerablemente sus probabilidades de desarrollar almorranas.
- Nutrición: coma muchas frutas y verduras, así como granos enteros. Beba también muchos líquidos y sus haces serán más propensos a ser suaves.
- Esfuerzos: cuando vaya al baño trate de no forzar o contener la respiración, esto crea presión en las venas en el recto inferior.
- Vaya al baño cuando lo necesite: Trate de no esperar para ir al baño, cuando más espere más secas serán las heces.
- Realice actividad física: el sedentarismo, sentarse o permanecer parado por períodos largos de tiempo presiona las venas y favorece la aparición de esta condición.
- Controle su peso corporal: la obesidad o el sobrepeso eleva significativamente el riesgo de padecerlas.
Tratamiento
En la mayoría de los casos el paciente puede tomar sencillas medidas que alivien los síntomas, mientras el problema mejora por sí solo. No obstante, a veces es necesaria la toma de medicamentos e incluso cirugía.
- Medicamentos
La mayoría de los medicamentos no necesitan receta médica para obtenerlos. En estos se incluyen pomadas, pastillas o supositorios. Estos fármacos incluyen ingredientes activos como la hidrocortisona y hamamelos conocidos por aliviar la comezón y el dolor. Estos medicamentos no se deben utilizar durante más de siete días (a menos que su médico le indique lo contrario).
- Incisiones simples
Su médico puede realizar una incisión simple si un coágulo se ha formado alrededor de una hemorroide externa. Estas incisiones suelen ser eficaces.
- Cirugía
Si el paciente no se ha beneficiado de las incisiones simples, o si las hemorroides son muy grandes, se recomienda la cirugía. En algunos casos, el paciente puede ir directamente a casa después de la operación, mientras que otros puede que tengan que ser hospitalizados. La cirugía puede involucrar hemorroidectomía o grapado.
