Todo el mundo ha oído hablar en alguna ocasión de las famosas dietas yo-yo. Históricamente se ha asegurado que el efecto rebote de este tipo de dietas es notable, haciendo que las personas que se someten a ellas, engorden significativamente tras dejarlas. Tras la publicación de un estudio sobre el tema, en la revista Evolution, Medicine and Public Health, la explicación científica a este proceso aclara bastante las cosas.
Según los científicos de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, en el momento que una persona deja de seguir una de estas dietas yo-yo, está mandando señales al cerebro para que acumule la mayor cantidad de grasa posible. De esta forma el cuerpo podría estar preparado para el siguiente periodo de hambre.
Cabe destacar que las dietas yo-yo son aquellas que se basan en los principios de limitar las calorías ingeridas para perder peso. Es decir, comer menos para adelgazar más.
La obesidad a nivel global
En el mundo hay más de 1.900 millones de personas adultas que padecen sobrepeso. De todos ellos, más de 600 millones sufren obesidad. Sin duda, esto es una lacra a evitar, ya que las personas obesas cuentan con riesgo aumentado de padecer ciertas patologías muy graves. La diabetes, las enfermedades cardiacas y algunos cánceres están relacionados con la obesidad.
Los expertos avisan de los riesgos que suponen estos kilos de más para el organismo. Como recomendación para evitar esto, siempre se habla del ejercicio físico y seguir una dieta saludable. Pero, el problema está en estas dietas yo-yo, que reducen alimentos sin control. El estudio realizado en Reino Unido asegura que todo aquel que abandona una dieta baja en calorías terminará logrando una ganancia de peso mayor del que ha perdido durante la misma.
Datos del estudio sobre dietas yo-yo
Los resultados del estudio demuestran que el cerebro de los animales se anticipa debidamente a los procesos de penurias. Por ello, si han pasado hambre, en el momento en el que vuelven a satisfacer sus ansias mediante la alimentación, aumentarán las reservas de grasas para poder sobrevivir en el caso de que se vuelvan a dar tales circunstancias.
Para realizar la investigación, los científicos llevaron a cabo un modelo matemático en animales, que luego extrapolaron a personas. Es decir, no se tomó un muestreo de personas y se les indujo a seguir una de estas dietas yo-yo. Lo que hicieron fue mantener sus miras en la naturaleza y los animales.
Los investigadores dicen que los pájaros que viven en la ciudad están más gordos durante el invierno, que en otras épocas. Y esto, pese a que durante los meses de frío es más complicado que puedan conseguir alimentos. La explicación está en que, ante una escasez alimentaria, el cerebro ordena que se incremente la grasa hasta que las condiciones puedan mejorar significativamente.
Consejos sobre las dietas efectivas
Teniendo en cuenta que la prevalencia mundial a la obesidad ha aumentado casi el doble en poco más de treinta años, los profesionales de la salud se muestran tajantes frente a las dietas yo-yo. Por ello, aconsejan seguir una dieta saludable, que incluya todo tipo de alimentos en su justa medida. Además, el ejercicio físico es esencial para favorecer un organismo sano.