La celulitis es una de las grandes preocupaciones de muchas personas y, a menudo, supone un gran complejo. ¿Quieres conocer uno de los métodos más efectivos para acabar con ella? Entonces, el siguiente artículo te interesa. En tuSintoma te lo contamos todo sobre la cavitación, una técnica no quirúrgica que pretende eliminar la grasa localizado mediante ultrasonidos. Gracias a este tratamiento conseguirás disolver las células adiposas de zonas específicas, como los glúteos, y posteriormente eliminar la grasa de las zonas tratadas a través de la orina. Si quieres eliminar la piel de naranja, reducir la celulitis o acabar con la piel de colchón para devolverle un buen aspecto, eliminar toxinas y mejorar la cirulación, la cavitación es tu tratamiento. A continuación, resolvemos todas tus dudas a cerca de la cavitación. ¿Te animas?
Qué es la cavitación
La cavitación es uno de los tratamientos estéticos no quirúrgicos más efectivos para acabar con la grasa acumulada de zonas localizadas. Se trabaja con ultrasonidos de baja frecuencia, que son los encargados de acabar con las células grasas mediante su disolución, todo ello sin dañar el sistema sanguíneo. El profesional te aplicará un gel de cavitación y realizará movimientos circulares con el objetivo de convertir la grasa localizada en estado líquido, a fin de que se expulse de nuestro cuerpo mediante la orina.
Así, la cavitación ultrasónica te ayudará a eliminar la grasa acumulada en michelines, muslos, cartucheras o glúteos, pero no debe entenderse como un tratamiento para perder peso. Está indicado para personas que tienden a almacenar grasa en zonas específicas del cuerpo, donde es difícil de ser eliminada aunque se haga mucho ejercicio o se siga una dieta sana y equilibrada. Es uno de los tratamientos más demandados entre las, sobre todo, mujeres con celulitis, piel de naranja o piel «colchón».
¿Es un tratamiento doloroso? Rotundamente NO. La sensación es similar a la de darte un masaje más o menos intenso con el objetivo de que el gel penetre y los ultrasonidos de baja intensidad destruyan el volumen de los tejidos grasos de la zona. La duración de las sesiones es de 45 a 60 minutos, dependiendo de la extensión del área en la que se debe trabajar o del número de zonas que deben ser tratadas. Frecuentemente los estilistas recomiendan los packs de 8 a 10 sesiones, un tiempo prudente para empezar a notar los resultados de la cavitación.
Resultados de la cavitación
Los resultados de la cavitación puede variar dependiendo de las sesiones realizadas y también del tipo de perona. La finalidad principal del tratamiento es eliminar la grasa localizada y este es el resultado principal que busca cualquier persona que desea probar este método versátil.
Para empezar a notar los resultados de la cavitación se deben realizar de 8 a 10 sesiones, aunque no serán definitivos. Habitualmente, los resultados son subjetivos y no solo dependen del tratamiento en sí, sino también del propio paciente. Si deseas que la cavitación sea gratificante deberás seguir los consejos e indicaciones del profesional para lograr un resultado satisfactorio. Reducir el volumen con la cavitación es un hecho, pero para conseguir un mejor efecto deberás llevar a cabo hábitos saludables que te ayuden a mejorar tu aspecto físico y contribuirán a trabajar de manera más eficaz sobre la grasa localizada. Para que la cavitación sea mucho más efectiva se recomienda combinarla con técnias de drenaje como los masajes o la presoterapia para propiciar la eliminación de las células grasas y evitar la reabsorción. Si quieres que los resultados de la cavitación sean más duraderos, efectivos y saludables toma nota de los siguientes consejos:
- Beber mucha agua te ayudará a eliminar con mayor facilidad la grasa destruida por la cavitación. Recuerda que se expulsa a través de la orina. Con una buena hidratación conseguirás resultados óptimos y rápidos. Repón líquidos justo después del tratamiento para garantizar la expulsión de la grasa.
- Evita las dietas milagro y sigue una dieta rica, sana y equilibrada basada en el consumo de frutas, verduras, alimentos bajas en grasas como el pescado o las carnes a la brasa.
- Realiza deporte para quemar grasa, eliminar tóxinas y sustancias de desecho a través del sudor. No solo incrementarás tu bienestar, sino que mejorarás tu figura y notarás mucho antes los resultados de la cavitación.
- Evita el consumo de productos nocivos para el organismo como el alcohol o el tabaco.
Recuerda que si deseas que los resultados de la cavitación sean permanentes, será imprescindible que sigas estos consejos después de acabar con el tratamiento estético. Si quieres mejorar el aspecto de tu cuerpo, la cavitación te ayudará a conseguirlo. Te sentirás muy satisfecho cuando compruebes los resultados positivos. ¿Todavía tienes dudas?
Ventajas y beneficios
Las ventajas de la cavitación son variados, así como sus beneficios. Este tipo de tratamiento actúa directamente sobre los depósitos de grasa facilitando la eliminación de la misma, lo que te ayudará a reducir la grasa localizada de manera rápida y efectiva. Se trata de un método no quirúrgico y no agresivo, por lo que no requiere anestesia ni hospitalización y, además, es cero indoloro. La ventaja principal son sus resultados, visibles en tan solo unas sesiones.
Riesgos
Existen varios tipos de cavitación, la estética y la doméstica, pero, como para cualquier otro tratamiento, te recomendamos ser estudiado previamente por un profesional para evitar riesgos y garantizar resultados. Practicar la cavitación en casa es poco recomendable ya que aumentan los riesgos. Este tratamiento estético debe realizarse por un profesional que sepa utilizar la maquinaria de manera correcta y eficiente, así evitarás dañar órganos vitales como los ovarios o la glándula tiroidea durante las sesiones.
No es aconsejable realizar sesiones de cavitación en alguno de estos supuestos:
- Embarazo o periodo de lactancia
- Personas con problemas hepáticos o renales
- Personas con flebitis, trombosis o tromboflebitis
- Personas con lesiones en la piel (psoriasis, úlceras…)
- Personas con marcapasos
Consulta siempre a un profesional antes de realizar cualquier sesión de cavitación. Ellos te darán las pautas más adecuadas y las recomendaciones más precisas para poder iniciar o no el tratamiento.