La serotonina es una sustancia química producida por el propio cuerpo humano que funciona como neurotransmisor, dado que se encarga de transmitir señales entre los nervios.
Se considera la hormona del bienestar ya que actúa como responsable de mantener el equilibrio emocional, por lo que mantener los buenos niveles de dicha sustancia evita, en gran medida, caer en una depresión. A continuación, te lo contamos todo sobre la serotonina y sus efectos para nuestro bienestar.
Qué es la serotonina
Descubierta en 1948, la serotonina se ha convertido en la principal hormona del bienestar emocional y la felicidad. Se produce en el cerebro y los intestinos mediante un proceso de conversión bioquímica que combina triptófano, compuesto por proteínas, con triptófano hidroxilasa, un reactor químico.
Entre el 80 y el 90% de serotonina de nuestro organismo se encuentra en el tracto gastrointestinal, aunque también es frecuente encontrarla en las plaquetas de sangre o en el sistema nervioso central, dado que actúa como neurotransmisor a través de impulsos nerviosos. Pero si por algo destaca el papel de este compuesto químico en nuestro cuerpo es por su intervención e influencia en diversas y variadas funciones tanto a nivel psicológico como corporal.
Función de la serotonina
La función principal de la hormona del bienestar es la de regular la intensidad de las señales que envía a las células nerviosas o neuronas, por lo que la serotonina actúa como neurotransmisor. Pero además de su papel fundamental que desempeña en el sistema nervioso central, la serotonina interviene en el tracto intestinal, en el metaolismo óseo, en la división celular, la regeneración hepática y la producción de leche materna, entre otros.
Como hemos dicho, su función más destacada es la de neurotrnasmisor, es decir, es una unidad de comunicación captada y emitida por las neuronas que permiten influir en otras células a través de la creación de dinámicas de activación cerebral y efectos en cadena. Por ello, la serotonina influye tanto de manera directa como indirecta en las células cerebrales, por lo que sus funciones en todo el cuerpo son variadas:
- Función intestinal: gran parte de la serotonina es producida en el intestino, por lo que una gran parte de la hormona se concentra en el sistema digestivo. Aquí regula los movimientos intestinales y contribuye a la reducción del apetito y la sensación de bienestar estomacal.
- Coagulación: es otro de sus papeles importantes, ya que trabaja en la formación de coáguulos sanquíneos cuando se produce una herida.
- Estado de ánimo: la serotonina es conocida como la hormona del bienestar y la felicidad, dado que desempeña un papel importante en el estado de ánimo. Cuando se produce un aumento de los niveles de serotonina la sensación de felicidad aumenta mientras que la de ansiedad disminuye.
Pero también puede afectar a otros sistemas u órganos:
- Densidad ósea: los niveles altos de serotonina pueden afectar directamente a la densidad ósea, llegando a provocar un aumento de osteoporosis.
- Náuseas: la serotonina puede provocar náuseas estimulando el centro de vómito del cerebro, ya que cuando el organismo detecta un producto tóxico o irrativo en el estómago, se promueve el aumento de los niveles de dicha hormona a fin de incrementar el tránsito intestinal.
Efectos
La serotonina es una hormona que cuenta con una presencia grande en nuestro organismo y que tiene efectos en múltiples órganos y sistemas del cuerpo, dado que está perfectamente integrada en las células nerviosas. A continuación, te relatamos los principales efectos que provoca la hormona del bienestar.
- Digestión: los altos niveles de esta hormona en los intestinos puede ocasionar diarreas, mientras que su déficit puede provocar estreñimiento. Además, la serotonina puede influir en la aparición o ausencia del apetito.
- Estado de ánimo: la serotonina puede repartirse por todo el cuerpo, lo que afecta de manera drástica a nuestra manera de sentir y de comportarnos. Además, se conoce que esta hormona tiene una relación directa con la depresión ya que trabaja en la regulación del estado de ánimo, sea positivo o negativo.
- Temperatura corporal: la regulación térmica es otro efecto de los niveles de serotonina. Aunque se trata de un equilibrio delicado, esta hormona trabaja en conservar el buen estado de los tejidos celulares, que pueden ser destruidos debido a la diferencia corporal de apenas unos grados.
- Apetito sexual: se ha comprobado que la serotonina influye directamente sobre el apetito y el deseo sexual, ya que existe una relación directa entre esta hormona y la libido. Cuando se alcanzan altos niveles de serotonina se puede tener una falta de deseo sexual, mientras que si estos son bajos el cuerpo procurará satisfacer esta necesidad. Asimismo, se conoce que esta hormona tiene un especial efecto sobre el enamoramiento, dada su influencia directa en el estado de ánimo.
- Sueño: los niveles de serotonina varían a lo largo del día respetando el ritmo circadiano, el que nos indica que el cuerpo tiene o no que dormir. Por ello, se considera que es una hormona que regula el ciclo del sueño. Los niveles de la hormona del bienestar son más altos en los momentos más soleados del día, mientras que mientras duermes se reducen al mínimo. El trastorno de dichos niveles puede favorecer o dificultar la conciliación del sueño.
- Agresividad: como sabemos, la serotonina actúa directamente en el estado emocional, sobre todo ante situaciones de tensión o ansiedad. En concreto, trabaja en la reducción de la agresividad y las conductas violentas. Las personas más impulsivas o violentas suelen tener niveles de serotonina inferiores que las pacíficas. Asimismo, es una hormona que no es compatible con la testosterona, una sustancia que potencia la agresividad.
Serotonina y depresión
Aunque se desconoce a ciencia cierta cuál es el principal factor que desencadena una depresión, se considera que el desequilibrio de hormonas o neurotransmisores puede llevarnos a ello.
La relación entre la depresión y la serotonina es conocida, aunque no se sabe si los niveles bajos de dicha hormona provocan la aparición de esta enfermedad o bien si es esta condición es la que provoca que los niveles de serotonina se desplomen. Sea como sea, y aunque sea sencillo medir los niveles de la hormona del bienestar en sangre, es muy complicado medirla en el cerebro, por lo que se desconoce si realmente los bajos índices de serotonina en el flujo sanguíneo reflejan la realidad cerebral. Para tratar la depresión se utilizan inhibidores selectectivos (ISRS) que trabajan como antidepresivos y pretenden recaptar serotonina mientras alivian los síntomas que ocasiona la depresión.
Síndrome de la serotonina
La estimulación en exceso del sistema nervioso central, principalmente provocada por algunos medicamentos, estupefacientes, suplementos dietéticos u otras drogas ilegales, afectan directamente a los niveles de serotonina y provocan la aparición de un síndrome conocido como serotinérgico: aumento de producción desmedida de serotonina. Los síntomas de este síndrome se resumen en:
- Agitación y nerviosismo
- Confusión
- Dolores de cabeza o migrañas
- Aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial
- Escalofríos
- Rigidez muscular
- Pérdida de la coordinación
- Diarreas
- Dilatación de pupilas
El síndroma de la serotonina es difícil de diagnosticar ya que los síntomas pueden ser comunes con otras condiciones que deben ser descartadas previamente. Si se llega a diagnosticar el doctor preescribirá un tratamiento centrado en recuperar los niveles normales de dicha hormona. La principal acción es suspender la ingesta del fármaco que ha podido ocasionar tal alteración, aunque para los casos más extremos y dependiendo del grado en que se presentan los síntomas pueden recetarse medicamentos que permitan al paciente controlar tanto la frecuencia cardíaca, como la relajación de los músculos o, incluso, parar la producción de serotonina.
Aumentar los niveles de serotonina
En caso de que el problema sea que tu organismo no produce mucha serotonina, existen remedios naturales que pueden aumentar los niveles de esta hormona, sin contar con las drogas ilegales o los ISRS:
- Ejercicio: uno de los mejores métodos para recuperar los niveles de bienestar es la práctica de deporte moderado. Además de tener un efecto antidepresivo te ayudará a aumentar la función de la hormona en el cerebro.
- Dieta: los alimentos ricos en triptófano mejoran el estado de ánimo y la cognición, por lo que pueden aumentar la producción de serotonina.
- Luz: está asociada con el trastorno afectivo estacional y se ha comprobado que la luz solar puede ayudar a aumentar la felicidad, el bienestar y a combatir la depresión.
- Cambios en el estado de ánimo: modificar el pensamiento a través de la autoinducción o la psicoterapia te ayudará a aumentar la serotonina en el cerebro. Es importante sentirse bien, estar y pensar positivo para contribuir a la mejora del estado de ánimo.