Tradicionalmente los estudios sobre infertilidad han demostrado que aquellas mujeres que sufren obesidad suelen tener más inconvenientes a la hora de quedarse embarazadas. Pero, esos estudios se han centrado, generalmente, en la mujer y no en el hombre. Un equipo de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos han publicado un trabajo en la revista Human Reproduction, en el que demuestran que los problemas de fertilidad son aún mayores cuando ambos miembros de la pareja son obesos.
Qué se considera problemas de fertilidad o infertilidad
La infertilidad está relacionada con la dificultad o imposibilidad de concebir un hijo. Generalmente, los profesionales de la salud hablan de problemas de fertilidad cuando la pareja lleva más de un año intentando lograr la concepción, sin éxito. En España, cerca del 15 % de las parejas que quieren tener un hijo tienen este tipo de problemas. Las causas son muy variadas. Las causas biológicas, como la edad avanzada de la madre, así como las causas psicológicas, como el estrés continuado, son de las más frecuentes. A esto, hay que añadir la obesidad como un factor de riesgo a la hora de no lograr el ansiado embarazo.
Según el estudio de Estados Unidos, las parejas formadas por obesos tardan hasta un 60 % más de tiempo en conseguir la gestación que las que cuentan con dos miembros en su peso justo. Esto es un hallazgo importante para que los especialistas en reproducción puedan enfocar los tratamientos de sus pacientes. Hasta la fecha, los estudios llevados a cabo sobre problemas de fertilidad y peso corporal se han ejecutado en mujeres, pero no se había tenido en cuenta el peso del varón.
Los científicos aseguran que si, tanto la futura madre como el futuro padre, deciden poner límites a su peso descontrolado y comienzan a bajar de peso, estos largos plazos para lograr la concepción bajarán notablemente.
Estudio sobre infertilidad y peso corporal
El estudio que han realizado los investigadores ha estudiado los datos de un total de 501 parejas, que ya participaron en otro análisis sobre fertilidad entre los años 2005 y 2009. La clave de estos resultados radica en que no han buscado parejas con problemas de fertilidad, sino que han optado por estudiar una amplia muestra de población general.
Las mujeres participantes en este estudio tenían edades comprendidas entre 18 y 44 años. Para llevar a cabo los análisis, crearon tres grupos de estudio, en función de los índices de masa corporal de la pareja. El primer grupo, llamado “no obesos” contaba con un índice de masa corporal de 30 kg/m; por otra parte, el grupo “obesos I”, estaba formado por parejas con IMC entre 30 y35; por último “obesos II” incluía a parejas con un IMC mayor que 35.
Los resultados fueron extremadamente esclarecedores. Las parejas que contaban con un peso corporal excesivo tardaban más en lograr la concepción. Esto se veía aumentado en el grupo de “obesos II”. Además, aquellas parejas que también contaban con otros factores de riesgo como el sedentarismo, un colesterol elevado o tabaquismo, tardaban un 59 % más en conseguir concebir un bebé.