La pérdida de memoria es una queja común entre los adultos mayores. Los lapsus de memoria pueden ser fustanes, pero la mayoría de las veces no son motivo de preocupación. Los cambios en la memoria relacionados con la edad no son necesariamente síntomas de demencia (el Alzheimer es sólo uno de los muchos tipos de demencia que existen).
A medida que envejecemos, experimentamos cambios fisiológicos que pueden causar fallos en las funciones cerebrales. Se empieza a requerir más tiempo para aprender y recordar información, no somos tan rápidos como solíamos ser, etc. No obstante, el cerebro es capaz de producir nuevas células cerebrales a cualquier edad, por lo que mientras la pérdida de fuerza muscular es algo inevitable, la pérdida de memoria de manera significativa no es consecuencia exclusiva del envejecimiento. El estilo de vida, los hábitos de salud, y las actividades diarias tienen un enorme impacto en la salud de su cerebro. Sea cual sea su edad, existen muchas maneras de mejorar las habilidades cognitivas, el prevenir la pérdida de memoria, y proteger su materia gris.
Existe una etapa intermedia entre los cambios cognitivos normales relacionados con la edad y los síntomas más graves relacionados con la demencia, conocida como deterioro cognitivo leve (DCL). Aunque pueda ser difícil de diagnosticar, algunos de sus síntomas más característicos incluyen:
- Perder o colocar mal las cosas con frecuencia.
- Olvidar con frecuencia conversaciones, citas o eventos.
- Dificultad para recordar los nombres de nuevos conocidos.
- Dificultad para seguir el flujo de una conversación.
¿Cuáles son las consecuencias de la pérdida de memoria relacionada con la edad?
- El hipocampo, una región del cerebro involucrada en la formación y la recuperación de recuerdos, a menudo se deteriora con la edad.
- Las hormonas y proteínas que protegen y reparan las células del cerebro y estimulan el crecimiento neuronal también disminuyen con la edad.
- Las personas mayores a menudo experimentan una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede afectar la memoria y dar lugar a cambios en las habilidades cognitivas.
Pérdida de memoria normal y demencia
Para la mayoría de la gente, los errores ocasionales en la memoria son una parte normal del proceso de envejecimiento, y no una señal de deterioro mental grave o la aparición de la demencia.
Estos son algunos de los tipos de síntomas de pérdida de memoria normales entre personas mayores:
- Olvidarse de donde ha dejado cosas que utiliza regularmente, tales como gafas o llaves.
- El olvido o confundir nombres de conocidos.
- Olvidarse de una cita.
- Dificultad para recordar lo leído o los detalles de una conversación.
- Entrar en una habitación y olvidar porqué querías entrar.
- Tendencia a distraerse.
- No ser del todo capaz de recuperar la información que tiene “en la punta de la lengua”.
Pérdida de memoria relacionada con la edad | Síntomas de demencia |
Capaz de funciona de forma independiente y de llevar a cabo actividades normales. | Dificultad para realizar tareas sencillas u olvidar cómo hacer cosas que ha hecho muchas veces (pago de facturas, vestirse, lavar los platos). |
Capaz de recordar y describir los episodios de falta de memoria. | Incapaz de recordar o describir sus episodios de pérdida de memoria. |
Recuerda las direcciones pero no se pierde en lugares conocidos. | Incapaz de seguir instrucciones; se pierde o se desorienta incluso en lugares conocidos. |
Puede tener dificultad para recordar una palabra en concreto, pero no en mantener una conversación. | Utiliza mal las palabras o se le olvidan; repite frases e historias en la misma conversación. |
Capacidad de toma de decisiones. | Dificultad para tomar decisiones. Puede mostrar falta de criterio o comportarse de manera socialmente inapropiada. |
Causas reversibles de pérdida de memoria
En ciertas ocasiones, la pérdida de memoria puede ser reversible dependiendo de su causa y de que exista un tratamiento eficaz. Estas son algunas causas de pérdida de memoria reversibles:
- La toma de ciertos medicamentos puede afectar a la memoria.
- Traumatismo craneal o lesión menor.
- Depresión u otros trastornos de la salud mental (estrés, ansiedad).
- Alcoholismo.
- Deficiencia de vitamina B-12.
- El hipotiroidismo.
- Tumores.