La neumonía es una inflamación pulmonar debido a una infección que puede contraer cualquier persona. Es comúnmente una complicación de una infección respiratoria, especialmente de la gripe. Existen más de 30 causas distintas de la enfermedad.
Las personas mayores, los niños y las personas con enfermedades crónicas, incluyendo la EPOC y el asma, tienen un riesgo mucho más alto de padecer neumonía y complicaciones.
Síntomas
Los síntomas de la neumonía de origen bacteriana suelen aparecer rápidamente e incluyen:
- Tos.
- Fiebre.
- Respiración rápida y falta de aliento.
- Escalofríos.
- Sibilancias.
- Dolor en el pecho al toser o respirar.
- Latidos cardíacos acelerados.
- Cansancio.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
Algunos síntomas pueden indicar una emergencia médica. Acuda al médico si presenta cualquier de estos síntomas:
- Piel con tono azulado.
- Sangre en el esputo.
- Dificultad para respirar.
- Fiebre alta.
- Confusión.
- Latidos rápidos.
Los síntomas causados por la neumonía de origen viral son idénticos pero pueden surgir muy lentamente y no ser tan obvias.
Causas de la neumonía
Cuando los gérmenes se reproducen y el sistema inmunológico no es capaz de combatirlos, entonces se produce una infección pulmonar o neumonía. Muchos gérmenes diferentes pueden causar neumonía:
- Bacterias.
- Virus.
- Micoplasmas.
- Otros agentes infecciosos como los hongos.
- Determinados productos químicos.
Factores de riesgo
Algunas personas son más propensas que otras a desarrollar neumonía. Las personas con mayor riesgo incluyen, entre otros:
- Personas que se han recuperado recientemente de un resfriado o gripe, laringitis, influenza, etc.
- Fumadores.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Padecer otras condiciones tales como la EPOC, asma, VIH / SIDA o enfisema.
- Personas mayores de 65 años y bebés de menos de un año.
- Tener un sistema inmunológico debilitado o deteriorado.
- Padecer desnutrición.
- La toma de medicamentos para combatir la ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico).
- Exposición reciente a ciertos productos químicos o contaminantes.
Tratamiento
El tratamiento de la neumonía depende de la causa (tipo de neumonía), y su gravedad. El objetivo del tratamiento es curar la infección y prevenir complicaciones.
- Neumonía bacteriana (la más común). Los médicos recetan antibióticos para tratar la neumonía causada por bacterias. Este tipo de tratamiento es muy eficaz y la mayoría de las personas ven mejorías en sus síntomas a los pocos días de iniciar el tratamiento.
- Neumonía viral. Ciertos medicamentos antivirales pueden ayudar a tratar la afección. Los síntomas suelen tardar en desaparecer entre una a tres semanas después de iniciar el tratamiento.
No obstante, como norma general, la neumonía desaparece por si sola al cabo de un tiempo y puede ayudar seguir estas recomendaciones en casa:
- Beber muchos líquidos.
- Descansar mucho.
- Evitar tomar medicamentos contra la tos a menos que lo recomiende su médico.
- Controlar su fiebre con fármacos recomendados por su médico y/o farmacéutico.