Un estudio reciente sobre los trasplantes de médula ósea ofrece mucha luz en cuanto a avances en este campo de investigación. Los hallazgos resultan muy significativos, ya que los autores del estudio han sido capaces de crear médula ósea sintética, capaz de convivir con las células huésped y las de los donantes. Eso sí, las aplicaciones de este descubrimiento estarían limitadas a enfermedades de la médula en las que no existen células cancerosas que deban ser eliminadas obligatoriamente.
El estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California, en San Diego y publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy os Sciencies. Lo más importante de este trabajo es que los científicos han logrado reproducir tejidos óseos capaces de generar una nueva médula ósea, consiguiendo que los trasplantes en este campo sean mucho más seguros. No obstante, las aplicaciones se verán en el futuro, puesto que por ahora solamente se han probado en animales.
A través del diseño de un hueso, que puede albergar células de donante y las propias células huésped del paciente, se lograría evitar la irradiación. Hasta ahora, antes de proceder a un trasplante de médula, es necesario realizar un pretratamiento mediante irradiación, para eliminar todas las células madre huésped de la médula y conseguir que el trasplante sea un éxito.
Trasplantes de médula ósea y sus riesgos
El pretratamiento para cualquier trasplante de médula se lleva a cabo a partir de sesiones de radioterapia, combinadas, en muchas ocasiones, con medicamentos. De esta forma se eliminan las células madre naturales, con el fin de crear espacio y conseguir que las células trasplantadas crezcan y sobrevivan, sin que las células propias las afecten negativamente.
En los casos en los que la enfermedad de la médula es maligna y contiene células cancerosas, este hallazgo no tendría sentido. Esto se debe a que eliminar las células malignas, mediante radiación, es una prioridad.
Entre los principales efectos secundarios del pretratamiento para el implante medular, destacan la infertilidad, la aparición de nauseas o fatigas y la minimización de las defensas en el sistema inmune.
A través de este nuevo implante de hueso, las células del trasplante contarían con su propio espacio para sobrevivir en libertad, sin la necesidad de eliminar las células propias del paciente. Favorecer las terapias existentes para tratar enfermedades medulares es lo más destacable de esta investigación.
Hallazgos tras el estudio
Según los resultados obtenidos tras la investigación, los autores han logrado desarrollar tejidos óseos biomiméticos, que son capaces de albergar células de donantes, siendo implantados bajo la piel de ratones. Estas células trasplantadas vivieron por lo menos seis meses, generando nuevas células de sangre.
Es importante destacar que la aplicación actual de esta técnica se centra solo en pacientes con enfermedades medulares no malignas como la anemia aplásica o personas que disponen de defectos en las células madre y generan ataques autoinmunes por ello.
Los implantes en cuestión son muy similares a los huesos del cuerpo. Cuentan con dos compartimentos, uno externo y otro interno. En cada uno de ellos conviven las diferentes células del proceso del trasplante de médula ósea. Además, la duración del tratamiento ha sido probada durante algo más de 6 meses en los modelos de animales.
[symple_toggle title=»Fuentes» state=»closed»] http://www.pnas.org/content/early/2017/05/02/1702576114.abstract?sid=2034a73d-7eb4-41da-8208-0859d22a0bc6 [/symple_toggle]