Las manchas en la piel con alteración de la pigmentación son el resultado de la diferente distribución de la melanina y las células que la producen, los melanocitos. La melanina es el pigmento que nos permite protegernos de los rayos solares y, por tanto, al exponernos al sol los melanocitos segregan más melanina. Al tratarse de la zona más expuesta al sol, las manchas en la cara son las más comunes.
Podemos encontrar múltiples tipos de manchas en la piel. A continuación enumeramos los principales tipos:
- Efélides o pecas: Son acumulaciones de pigmento de coloración parduzca, redondeadas y no uniformes, que se localizan más frecuentemente en zonas fotoexpuestas como la cara, cuello y brazos en personas de piel blanca; intensificándose con la exposición solar, siendo por tanto más visibles en verano.
- Nevus o lunares: Se trata de acumulaciones de un mayor número de melanocitos, afectando a las diferentes estructuras de la piel. Es especialmente importante el control por parte del dermatólogo, sobre todo aquellos con ciertas características como son la asimetría, los cambios de coloración, la coloración no uniforme, los bordes irregulares y el crecimiento o cambios recientes.
- Melanoma: Es un tumor maligno de la piel. Suele aparecer sobre un nevus previo. Tiene aspecto de mancha pigmentada, de crecimiento asimétrico, de bordes imprecisos-irregulares y coloración intensamente pigmentada con zonas que lo están menos o incluso con tonalidades azuladas. Tiene un crecimiento progresivo por lo que el diagnóstico temprano es importante para un mejor tratamiento y pronóstico.
- Léntigos simples y solares: Se trata también de pequeñas manchas de coloración parduzca que aparecen en cualquier zona del cuerpo y que a diferencia de las pecas, no cambian de color con la exposición solar.
- Melasma: manchas de color marrón claro o intenso que aparecen con más frecuencia en mujeres y de pieles oscuras. Los factores más importantes que precipitan esa alteración de pigmentación a parte de la exposición excesiva al sol son: el embarazo (se denomina cloasma), la toma de anticonceptivos, la menopausia y el estrés. Suelen aparecer en la cara, frente, mejillas y generalmente a partir de los 30 años. Su tratamiento es complicado; siga siempre las instrucciones de un dermatólogo.
- Vitíligo: manchas intensamente blanquecinas bien delimitadas y de distribución simétrica producidas por una ausencia de melanina en esa zona. Aparecen sobretodo en las piernas y alrededor de ojos, nariz y boca. Parece tener un origen autoinmune y se relaciona en ocasiones con otras patologías auto inmunes como por ejemplo, el tiroides.
Tratamiento
Entre los tratamientos disponibles encontramos las cremas y peelings despigmentantes, y el uso controlado por dermatólogos de determinados láseres y fuentes de luz.
Generalmente, el tratamiento es complejo y requiere de tratamientos combinados con seguimiento por profesionales, ya que un mal uso de estos tratamientos puede llegar a ser contraproducente. La fotoprotección es el pilar básico coadyuvante. Hay que tener cuidado con las manchas que aparecen o empeoran con el sol, ya que una nueva exposición agravará o hará que reaparezca el problema. De especial dificultad es el tratamiento del melasma, pues tiene influencia hormonal y una sensibilidad al sol extrema. Por tanto el tratamiento tiene que ser continuado y prolongado todo el año. Es posible conseguir un blanqueamiento total, pero la hiperpigmentación puede volver a reaparecer.
- Cosméticos. Existe multitud de agentes despigmentantes que pueden mejorar el aspecto de las manchas y que deben individualizarse en función del problema y el tipo de piel. Entre otras, podemos destacar la hidroquinona y sus derivados, el ácido retinoico, el retinol, el ácido kójico, ácido azelaico, vitamina C, etc. En muchos casos será necesario complementar el tratamiento con peelings o fuentes de luz (luz pulsada o láser).
- Peelings. En general, en los peelings despigmentantes se usa un combinado de alfa y beta hidroxiácidos (glicolico, salicílico, pirúvico…), junto con sustancias despigmentantes (hidroquinona, acido retinoico, kojico, vitamina C, …), en diferentes concentraciones en función del tipo de piel, el efecto deseado y el tipo de mancha. El tratamiento siempre debe ir acompañado con una buena preparación cutánea y un protocolo estricto después del mismo, que incluye alta protección solar durante varios días o semanas. Son tratamiento que deben ser recetados y seguidos por médicos especialistas.
- Láser. Los diferentes tipos de láser han sido el mejor tratamiento para las manchas tipo léntigo, y siguen siéndolo, ya que siguen apareciendo nuevos y mejores dispositivos láser. Por otra parte, aunque hasta hace poco, han estado contraindicados en las manchas hormonales tipo melasma, determinados protocolos de láser aplicados por dermatólogos pueden ser utilizarse para casos concretos.
Prevención
Para prevenir la gran mayoría de las manchas, proteja la piel del sol:
- Cubra su piel: use sombreros, camisas de manga larga, faldas largas o pantalones.
- Use gafas de sol para proteger los ojos.
- Trate de evitar el sol del mediodía, cuando la luz solar es más fuerte.
- Utilice protectores solares de alta calidad que tengan un FPS (factor de protección solar) de por lo menos 30-50 dependiendo de su sensibilidad al sol. Aplique el protector al menos media hora antes de salir al sol. Aplíquelo de nuevo con frecuencia, normalmente renovar cada 2 horas, o tras mojarse, sudar…. Utilice el protector solar también en invierno.
Recuerde: es importante acudir al dermatólogo y a sus revisiones ante cualquier cambio sospechoso de un lunar: cambios en su pigmentación, picor o aumento de tamaño.
Lea más en: Remedios naturales y en casa para combatir las manchas de la piel.