Una luxación o dislocación es una lesión que se produce en la articulación debido a un golpe o caída.
Al producirse una luxación, al menos uno de los dos o más huesos que rodean la articulación afectada abandona su posición normal, pudiendo producirse una deformación visible y generando bastante dolor.
Se emplea el término subluxación cuando el hueso abandona su posición únicamente parcialmente, es decir, cuando el hueso no se ha despegado por completo de su posición normal.
Toda articulación del cuerpo humano puede sufrir una luxación o subluxación (dedos, codos, rodillas, tobillos, cadera, etc), aunque algunas son más propensas que otras (la luxación de hombros es la más común de todas).
Causas
Las luxaciones se suelen producir cuando la articulación sufre un impacto inesperado debido por ejemplo a un caída, un golpe, o un movimiento muy brusco no habitual.
Los factores de riesgo más importantes suelen ser:
- Accidentes de tráfico.
- La práctica de deportes de contacto como la lucha, gimnasia, futbol, basket, etc.
- Por cuestiones hereditarias. Algunas personas nacen con ligamentos más débiles, lo que aumenta el riesgo de lesionarse.
Teniendo en cuenta que los tendones unen los músculos a los huesos y los ligamentos unen los huesos entre sí, al sufrir una luxación tanto ligamentos como tendones y músculos pueden verse fácilmente afectados. Es por esta razón por la que después de sufrir una luxación en una articulación, se es más propenso a sufrir otra en el mismo sitio.
Diferencias entre luxación, esguince y fractura
Aunque algunos confunden estos términos, el esguince se produce cuando ha habido un daño en el ligamento pero los huesos permanecen en su sitio. En cambio, en la luxación los huesos se han desplazado independientemente de si los ligamentos se han visto o no afectados. Por último, las fracturas son una rotura del hueso.
Síntomas
- Las luxaciones y subluxaciones son lesiones muy dolorosas.
- La característica más destacable de las luxaciones es que impiden el movimiento de la zona de la articulación afectada. Además, suele producirse una hinchazón.
- Si la luxación ha producido también una lesión en los nervios, la luxación puede venir acompañada de hormigueo y entumecimiento.
Prevención
No es posible evitar las luxaciones, ya que son casi siempre generadas por golpes o caídas involuntarias.
En cualquier caso, los estiramientos y una buena musculatura ayudan a mantener las articulaciones en buen estado.
Tratamiento
Remedios caseros:
- Evite realizar movimientos dolorosos.
- Aplique hielo sobre la zona dislocada durante aproximadamente 15 minutos para reducir el dolor y la inflamación. Puede seguir aplicando hielo durante los primeros días mientras siga habiendo inflamación.
- Una vez la inflamación se haya reducido (generalmente después de un par de días), deje de aplicar hielo y coloque compresas calientes durante 15 minutos sobre la zona lesionada.
En cualquier caso, los remedios caseros son frecuentemente no suficientes por lo que debe acudir al médico. Su médico podría:
- Recolocar el hueso. La primer medida que tomará su médico será la de manipular sus extremidades afectadas para recolocar sus huesos.
- Si la recolocación del hueso no puede realizarse, entonces puede realizarse una cirugía para tal efecto. La cirugía también puede ser recomendada en el caso de haber sufrido varias luxaciones en el mismo sitio.
- Inmovilización. La inmovilización solamente se emplea una vez los huesos se encuentren recolocados. La inmovilización se consigue gracias a la utilización de férulas o cabestrillos y su duración depende de la gravedad y ubicación de la lesión.
- Rehabilitación. Una vez finalizado el periodo de inmovilización, generalmente necesitará un programa de rehabilitación para recuperar toda la movilidad y fuerza que podría haber perdido.
- Por último, su médico puede recomendarle tomar ciertos analgésicos como el ibuprofeno para reducir el dolor.