La homeostasis proviene de las términos griegos ‘igual’ y ‘estable’, y se define como aquellos procesos de autorregulación de un organismo para mantener condiciones estables para su correcto funcionamiento y, por tanto, supervivencia.
El término fue mencionado por primera vez en 1930 por Walter Cannon, un fisiólogo estadounidense, en su libro ‘The Wisdom of the Body (la sabiduría del cuerpo).
Un ejemplo de homeostasis es cómo el cuerpo intenta mantener la temperatura del cuerpo alrededor de los 37 grados centígrados. Otro ejemplo puede ser como el nivel de concentración de sales y glucosa en el cuerpo es constante, o como la cantidad de sangre de que tenemos es siempre la misma (entre 4,5 y 6,5 litros). Otros ejemplos pueden ser: el control de la presión arterial, el mantenimiento de los niveles de oxígeno, etc.
En definitiva, la homeostasis ocurre en todo momento en el cuerpo humano. A pesar de la variedad de alimentos que ingerimos, las lesiones, las enfermedades, las variaciones de temperaturas a las que nos encontramos, etc, nuestro cuerpo está intentando mantener en todo momento la composición del cuerpo igual. Cuando la homeostasis fracasa, entonces surgen enfermedades como la hipertensión, la diabetes, u otras condiciones mucho más graves que pueden conducir a la muerte.
Cómo el cuerpo consigue la homeostasis?
El cuerpo humano esta lleno de sensores que controlan cientos de variables. Estos sensores informan al cerebro (el centro de control), que inmediatamente después ordena mediante impulsos nerviosos al o los órgano(s) correspondiente(s) a actuar si se detectara que algún valor se ha desviado de la normalidad.
- Uno de los aspectos más complejos de mantener es la presión arterial. De forma muy resumida, el sistema nervioso simpático y parasimpático, la médula oblonga y las glándulas suprarrenales se combinan para mantener la presión arterial a los niveles óptimos (subirla si estamos haciendo deporte por ejemplo).
- Otro ejemplo podría ser el control de oxígeno. Cuando el cuerpo esta en reposo necesita menos oxígeno, por lo que la frecuencia respiratoria es baja, pero cuando este se activa, el cerebro pedirá al sistema respiratorio que trabaje más rápidamente para que los pulmones tomen más oxígeno y el corazón lo mueva más rápidamente de forma que el nivel de oxígeno en la sangre se mantenga estable (debemos de recordar que durante el ejercicio físico, el cuerpo consume más oxígeno).
La homeostasis fuera del campo de la medicina
El término homeostasis también se emplea en otro contextos, como por ejemplo en la economía, ecología, etc:
- Un ejemplo de homeostasis financiera es cuando los precios de mercado se mantienen bastante estables gracias a la ley de la oferta y de la demanda.
- Se habla de homeostasis de los ecosistemas a la biodiversidad y gran número de interacciones ecológicas que se producen entre especies para mantener su estabilidad.