La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago; resultando en dolor abdominal, posible sangrado y otros síntomas gastrointestinales. La gastritis es una afección común, causada mayoritariamente por una infección de un tipo de bacteria llamada Helicobacter pylori.
La gastritis puede ser aguda, apareciendo y desapareciendo rápidamente, o crónica, en cuyo caso la enfermedad puede durar meses o incluso años. La gastritis también puede ser clasificada como erosiva (desgasta el revestimiento del estómago), o no erosiva.
- La gastritis crónica es una condición que padecen dos de cada 10.000 personas, mientras que la gastritis aguda es más frecuente, se calcula que la padecen 8 de cada 1.000 personas.
- La gastritis erosiva es comúnmente causada por el consumo de alcohol, el consumo de tabaco y/o el uso prolongado de aspirina y fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Enfermedades graves y el consumo de sustancias cáusticas también se han asociado al desarrollo de gastritis erosiva.
Síntomas
Los síntomas de la gastritis pueden variar dependiendo de la persona y la causa subyacente, y pueden ser de leves a graves. Algunas personas incluso podrían no tener síntomas.
Los síntomas más habituales de la gastritis incluyen:
- La indigestión.
- Dolor epigástrico.
- Náuseas (arcadas, mareo, malestar estomacal, etc).
- Vómitos.
- Ardor de estómago.
- Pérdida de apetito.
- Dolor abdominal.
Debido a la posible erosión de la mucosa del estómago, existen complicaciones de la gastritis que incluyen el desarrollo de úlceras pépticas. Las úlceras pépticas pueden causar el vómito con sangro y/o heces negras con sangre.
El sangrado persistente debido a una úlcera péptica puede resultar en anemia, cuyos síntomas incluyen la fatiga, debilidad y mareos. Si una úlcera avanza lo suficiente a través de la pared del estómago, resultará en una complicación grave denominada peritonitis.
Causas de la gastritis
La gastritis puede ser causada por un consumo excesivo de alcohol, vómitos crónicos, estrés, o el uso de ciertos medicamentos como la aspirina o antiinflamatorios. Otras causas de la gastritis incluyen:
- Una bacteria denominada Helicobacter pylori que vive en la mucosa del estómago.
- Anemia perniciosa. Aparece cuando el estómago carece de sustancias natural necesarias para absorber y digerir adecuadamente la vitamina B12.
- Un reflujo de bilis hacia el estómago.
- Infecciones causadas por bacterias y virus.
- Trastornos autoinmunes.
Diagnóstico
Después de revisar su historial clínico y el de su familia, así como la realización de una evaluación física completa, el médico puede recomendar cualquiera de las siguientes pruebas para diagnosticar la gastritis:
- Endoscopia. Consiste en la introducción de un tubo con una pequeña cámara incorporada para poder examinar el revestimiento del estómago.
- Biopsia. Procedimiento por el cual se extrae una pequeña muestra del tejido afectado, para posteriormente analizarlo en el laboratorio.
- Análisis sanguíneo. Para determinar si tiene anemia (se realiza un conteo de glóbulos rojos).
- Análisis de heces. Para detectar si hay presencia de sangre.
Tratamiento
El plan de tratamiento para la gastritis dependerá de la causa subyacente, la presencia de otras enfermedades, la edad, el historial clínico del paciente y otros factores. El tratamiento está generalmente centrado en tratar la causa, minimizar las molestias de náuseas y vómitos, y diminuir el riesgo de desarrollar complicaciones, como la úlcera péptica.
En algunos casos, la gastritis puede solucionarse cuando la causa se elimina (fumar, tomar alimentos irritantes, el consumo excesivo de alcohol, etc).
Existe una gran variedad de medicamentos que se utilizan para tratar la gastritis; no obstante, sin tratamiento, la infección puede provocar úlceras y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
La gastritis severa que conduce a una hemorragia por úlcera péptica requiere hospitalización, al tratarse generalmente de una emergencia médica.