¿Sientes normalmente hinchazón o molestias en la parte alta del abdomen? Esta incómoda sensación puede ser causada por dispepsia, un trastorno del tracto gastrointestinal que afecta al estómago después de la digestión de los alimentos. Los síntomas de esta patología son variados, aunque con frecuencia se siente pesadez después de comer, ardor de estómago, náuseas o flatulencias, además del dolor ocasionado por la indigestión.
¿Quieres saber más sobre este trastorno gastrointestinal? En tuSíntoma te lo contamos todo sobre la dispepsia, conoce cuáles son sus causas y síntomas y descubre cuál es el mejor tratamiento para acabar con esta común molestia estomacal.
Qué es la dispepsia
Hablamos de dispepsia cuando hacemos referencia a las molestias o al dolor que se sienten en la parte alta del abdomen después de haber comido. Se trata de una indigestión que produce hinchazón y ácidez y un fuerte malestart en dicha zona. El conjunto de síntomas que forman la dispepsia tienen origen en el tracto gastrointestinal superior, lugar donde se inicia la digestión. Generalmente, el dolor se produce porque el estómago no se relaja después de haber comido y así facilitar el procesamiento de los alimentos. Su tensión y contracción provocan el fuerte dolor estomacal que se traduce como dispepsia.
Se trata de una enfermedad benigna y curable, dado que en general aparece por trastornos físicos o emocionales, siendo la consecuencia de una alteración digestiva.
Tipos de dispepsia
Existen varios tipos de dispepsia:
- Funcional: la dispepsia funcial no responde a ninguna causa aparente.
- Orgánica: generalmente provocada por un daño orgánico, es decir, los síntomas que experimenta el paciente se deben a una causa médica encontrada.
- Nerviosa: las causas de la dispepsia nerviosa responden a cuadros piscológicos como el estrés, los nervios, la ansiedad, la depresión u otros motivos emocionales.
Causas
Para la mayoría de pacientes, las causas por las que se origina la dispepsia son desconocidas. No obstante, las molestias estomacales después de la comida pueden darse por distintos motivos: desde una comida en exceso, hasta por lesiones gastrointestinales producidas por medicamentos (como antiinglamatorios o aspirinas) o incluso trastornos emocionales como los cuadros de estrés, la ansiedad o la depresión pueden provocar la aparición de dispepsia o indigestión.
No obstante, en la mayoría de casos la dispepsia aparece como respuesta al consumo en exceso de alimentos picantes o muy grasientos, la ingesta de grandes cantidades de comida en poco tiempo, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el exceso de cafeína o la ingesta desmesurada de alimentos ricos en fibra.
Por último, cabe destacar que la dispepsia puede propiciar la aparición de úlceras estomacales, en la zona del duodeno, que suelen ser causadas por una bacteria (helicobacter pylori).
Síntomas
Como hemos destacado anteriormente, el principal síntoma del paciente de dispepsia es el malestar o dolor en la zona superior del abdomen. Estas molestias suelen apareceder durante la comida o justo después de terminar, cuando empieza el proceso de digestión. Aunque es muy difícil describir el dolor, generalmente los pacientes sienten calor o ardor, además de una molesta sensación de hinchazón entre el ombligo y la parte inferior del esternón. Algunos de los signos que pueden evidenciar el sufrimiento de dispepsia son:
- Abotagamiento.
- Acidez o ardor estomacal.
- Eructos o flatulencias.
- Náuseas provocadas por el malestar estomacal.
- Dolor en la parte superior del estómago.
- Hinchazón.
- Distensión abdominal.
Diagnóstico y tratamiento
En caso de sentir alguno de los síntomas anteriores, no dudes en acudir a tu médico. Él te proporcionará el diagnóstico adecuado después de realizar un exámen médico específico. Las pruebas más comunes para detectar la dispepsia son la ecografía abdominal o la esofagogastroduodenoscopia, popularmente conocida como endoscopia gastrointestinal con la que se visualiza el aparato digestivo: esófago, estómago y duodeno para observar si existen lesiones en alguno de ellos que puedan propiciar la aparición de dispepsia.
El tratamiento para la dispepsia variará según los síntomas del paciente. En caso de que los dolores o las molestias no se produzcan con frecuencia ni con severidad, no será necesario acudir a un especialista, dado que poco a poco dichos signos deberían desaparecer por sí mismos. No obstante, en caso de que los síntomas continúen en el tiempo será necesario seguir las siguientes pautas a fin de disminuirlos:
- Dieta sana y equilibrada. En la mayoría de casos, la dispepsia tiene origen en una mala dieta, la ingesta de productos en exceso o la cantidad de alimentos consumidos. Es hora de reorganizar el menú para dar lugar a hábitos saludables. Comer en pequeñas cantidades y reajustar la dieta a fin de que sea baja en calorías y grasas te ayudará a mejorar tu indigestión. Ésto es válido para cualquier tipo de dispepsia.
- En caso de que se haya producido una úlcera, el médico podrá preescribir antibióticos para poder erradicar la bacteria que la ha provocado.
- También pueden recomendarse el consumo de protectores estomacales, como el omeprazol, si se están ingiriendo medicamentos que pueden propiciar la aparición de acidez.
Prevención
Aunque no se trata de un problema grave para la salud, la dispepsia puede ser muy molesta. Por ello, es importante atender a los siguientes consejos a fin de poder prevenir dicha afección.
- Evita el estrés. Las comidas son un momento para relajarse. Si comes con ansiedad o rápidamente será mucho más fácil que aparezca el dolor estomacal y, por ende, se produzca una indigestión.
- Procura no realizar ejercicio justo después de comer.
- Destina el tiempo suficiente a cada comida. Evita tragar directamente y procura masticar los alimentos cuidadosamente, dedicando suficiente tiempo a este proceso.
- Evita tomar medicamentos con el estómago vacío.
En caso de que las molestias, el dolor u otros síntomas de dispepsia perduren, no dudes en consultar a tu médico o especialista. Ellos serán los encargados de proporcionarte una solución adaptada a tu diagnóstico concreto.